martes, 20 de abril de 2010

PREVENCION Y READAPTACION SOCIAL


Aun con el florecimiento nuevas teorías la criminología y la penología, nos muestran pocos resultados en lo referente al tratamiento de los delincuentes.

Hace más de un siglo la antropología criminal abrió un interesante paréntesis, el cual es cerrado en la actualidad por la criminología crítica, no salimos de los extremos entre la represión soslayada y el supuesto humanitarismo piadoso con teorías científicas. En ambos casos nos los han mostrado como las soluciones idóneas a los problemas sociales que nos plantea la delincuencia. En el terreno de la practica y los hechos, con lentitud y en muchas ocasiones con indiferencia poco ha sido el avance con relación al delito, sus Causas y Remedios, hoy podernos ver que las estrategias de Lombroso, ni las los enfoques que las escuelas que le precedieron; No logran disminuir el delito a pesar de conocer sus causas y remedios, incluido Ferri, con su Sociología Criminal, a la fecha las soluciones al problema del delito y del delincuente no aparecen, las medidas para evitar el delito siguen en pañales, con relación al delincuente solo se levanta la figura de represión, de contención, castigo y lo más grave la promesa de un mundo mejor, a través del tratamiento humanitario y científico, que ha demostrado su inoperancia.
Es importante reflexionar el punto de vista de Quintanilla Saldaña, que en el prologo de la edición española de su nueva criminología cita; la justicia penal es un teatro donde cada día se representa el doloroso drama de un ciudadano que está en peligro inminente de ser víctima de un error judicial, con el cual perderá todos sus derechos (capitis diminutio poenalis) y, con ello la personalidad y con esto le provoca la muerte social. Hasta ahora, solo hemos sustituido no obstante los avances culturales, científicos y la civilización, el látigo, la tortura y la mazmorra, en contadas prisiones por el golpe de las terapias, el tormento de los fármacos y la crueldad de los sistemas y el peso de las leyes y reglamentos.
La maquinaria de represión no disminuye, en las prisiones día a día se incrementan y, los remedios y soluciones o supuestos cambios son meros enunciados cubiertos de un hipócrita humanismo, sin llegar a lo fundamental que sería Prevenir al delito y atender al delincuente que llega a la institución, sea esta represiva o “ de tratamiento”.
Las soluciones de escritorio no han dado ningún resultado, hay que salir a impedir la agresión y la victimización, cambiar las prisiones, hacer un catalogo de sustitutivos penales, aplicar diversas medidas que vayan mas allá de la simple sanción, ya no se vale la mentira bien dicha, ni la verdad que vacila, es más: un cuerpo de ideas que no llevan a nada practico, es peor que el castigo tradicional, que ha presentado nulos resultados, pudiéndose convertir en una vejación para la humanidad, por que es peor la promesa de un bien no alcanzado, que la vivencia de un mal sufrido.
Continuara.

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